Un grupo de personas que viven en el barrio Docente, en la zona noreste de la ciudad de Corrientes, protagonizaron la intensa persecución a un presunto ladrón hasta forzar que la Policía se lo lleve demorado a una comisaría. Cerca del mediodía, una veintena de hombres y mujeres corrieron alrededor de toda una manzana al acusado de ser un autor de ilícitos reiterados en la zona.
Hombres y mujeres persiguieron a un hombre señalado como autor de robos. Ayer lo rodearon en una manzana donde el presunto maleante corrió por los patios y sobre techos. Después lo hallaron escondido debajo de una cama.
En un intento por evitar su captura, el sujeto Pablo Maximiliano G., de 29 años, corrió a través de patios y techos de distintas propiedades hasta encontrar refugio en la casa de una mujer, adonde entró en forma intempestiva para guarecerse debajo de una cama.
Al final, efectivos en un patrullero de la Comisaría Seccional Decimoséptima llegaron hasta el lugar y lo sacaron esposado ante los aplausos de los civiles, quienes esperaban sobre la vereda en un momento de máxima tensión.
De acuerdo a la información obtenida por diario época, pasadas las 11 de ayer numerosos civiles decidieron poner fin a las andanzas de un sujeto que los tendría «cansados» con sus repetidos ilícitos.
«Ese entró a mi casa, nos tiene cansados y hay que agarrarlo», gritaba el grupo de «vecinos justicieros», quienes rodearon al sospechoso entre las calles Murcia, Las Pasionarias y Bilbao.
Durante varios minutos en la zona hubo corridas, gente que iba de un lado hacia otro munida de objetos contundentes, tales como pedazos de hierro y hasta piedras.
Llamados al sistema de emergencias 911 movilizaron a las autoridades de la Seccional Decimoséptima.
«¡Bajate, bajate!», gritaban a Pablo G., mientras éste escapaba de un lado hacia otro sobre los techos de diferentes viviendas, según se aprecia en diferentes filmaciones con teléfonos celulares que época reflejó a través de sus distintas plataformas digitales.
Desde la Policía indicaron que en base a testimonios de vecinos pudieron saber que el hombre a quien se llevaron demorado «es un merodeador de la zona» y sobre él existen «recurrentes sospechas de ser autor de hechos delictivos que ocurren en el barrio».
El hombre que cruzó entre distintas casas fue localizado adentro de un domicilio cuya dueña no lo conoce.
Con el permiso de la vecina los policías entraron y sacaron al acusado de una habitación. Había entrado a esconderse, según dijo, porque tenía miedo de que «le peguen».
Al final, efectivos en un patrullero de la Comisaría Seccional Decimoséptima llegaron hasta el lugar y lo sacaron esposado ante los aplausos de los civiles, quienes esperaban sobre la vereda en un momento de máxima tensión.
De acuerdo a la información obtenida por diario época, pasadas las 11 de ayer numerosos civiles decidieron poner fin a las andanzas de un sujeto que los tendría «cansados» con sus repetidos ilícitos.
«Ese entró a mi casa, nos tiene cansados y hay que agarrarlo», gritaba el grupo de «vecinos justicieros», quienes rodearon al sospechoso entre las calles Murcia, Las Pasionarias y Bilbao.
Durante varios minutos en la zona hubo corridas, gente que iba de un lado hacia otro munida de objetos contundentes, tales como pedazos de hierro y hasta piedras.
Llamados al sistema de emergencias 911 movilizaron a las autoridades de la Seccional Decimoséptima.
«¡Bajate, bajate!», gritaban a Pablo G., mientras éste escapaba de un lado hacia otro sobre los techos de diferentes viviendas, según se aprecia en diferentes filmaciones con teléfonos celulares que época reflejó a través de sus distintas plataformas digitales.
Desde la Policía indicaron que en base a testimonios de vecinos pudieron saber que el hombre a quien se llevaron demorado «es un merodeador de la zona» y sobre él existen «recurrentes sospechas de ser autor de hechos delictivos que ocurren en el barrio».
El hombre que cruzó entre distintas casas fue localizado adentro de un domicilio cuya dueña no lo conoce.
Con el permiso de la vecina los policías entraron y sacaron al acusado de una habitación. Había entrado a esconderse, según dijo, porque tenía miedo de que «le peguen».
Según habitantes de la zona, ya «lo conocemos porque robó en varias viviendas».
Sin embargo, desde la institución de seguridad manifestaron que a pesar de la acusación pública no «había denuncia formal» en contra del hombre demorado. Por esta razón, no fue imputado en alguna causa penal. En cambio, le aplicaron una contravención.
El supuesto malhechor tiene su domicilio asentado en el barrio Cichero, pero a diario lo ven rondando las calles de los barrios Docente, Lomas del Mirador y parte del Molina Punta. Ante la Policía manifestó ser un changarín actualmente desocupado.
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