
El equipo de Xabi Alonso se quedó con un partido muy caliente gracias a los goles de Mbappé y Bellingham (Fermín empató transitoriamente). Polémica con Vinicius.
La victoria por 2 a 1 de Real Madrid ante Barcelona afirmó al equipo «merengue» en la cúspide de la tabla de la Liga española con 27 puntos, cinco más que los catalanes. El partido jugado en el estadio Santiago Bernabéu tuvo alternativas de todos los colores: Kylian Mbappé hizo dos goles pero solo le cobraron uno porque el otro, marcado a los once minutos del primer tiempo, se lo anularon por un offside no mayor a una media. En la segunda etapa el arquero Szczesny le atajó un penal.
Vinicius se enojó con el técnico Xabi Alonso cuando lo cambió por su compatriota Rodrygo y lo hizo de manera tan notoria e insistente (se fue enojado al vestuario y lo mandaron a llamar desde el banco para que regrese de inmediato) que el entrenador quedó en hablar con él en la semana. Y la expulsión de Pedri sobre el cierre del partido derivó en un conato de agresiones y manoseos entre los jugadores y los cuerpos técnicos que a punto estuvo de irse de cauce. Franco Mastantuono fue al banco madrileño pero no tuvo minutos y de esa manera, no pudo jugar su primer gran clásico español.
Desde el comienzo, el superclásico español resultó trepidante. A los dos minutos, el árbitro César Soto Grado cobró un penal de Lamine Yamal a Vinicius que luego invalidó por haber comprobado en el VAR que fue el brasileño quien tropezó con el juvenil. Mbappé (once goles en diez partidos de Liga) abrió la cuenta a los 21 con una definición muy ajustada tras un pase certero de Jude Bellingham y a los 37, igualó Fermín luego de una pelota que Pedri le quitó a Arda Guler al borde del área grande. Pero cinco minutos más tarde, Vinicius levantó un centro desde la izquierda, Dean Huijsen ganó en lo alto del área del Barcelona y Bellingham, con gran categoría, señaló el tanto que valió los tres puntos.
A los seis minutos de la segunda etapa, el juez con apoyo del VAR cobró penal por una mano de Eric García. Pero Szczesny le sacó el remate a Mbappe arrojándose sobre la derecha y poniendo muy firme la mano izquierda. En el cuarto de hora final, el Madrid cedió la tenencia de la pelota para defender la diferencia y lo dejo venir a Barcelona pero sin pasar grandes sobresaltos.
Lamine Yamal no tuvo su tarde más inspirada: recibió poco juego, no resultó determinante las veces que lo encaró al lateral Carreras y tuvo un altercado al final con los jugadores del Madrid que le reprocharon sus declaraciones de la previa diciendo que «el Madrid roba». Yamal no parece recuperado de su lesión en el pubis y ha bajado su rendimiento de manera visible. Madrid lo aprovechó y con solidez, logró la victoria que se disfruta más que todas.
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