El transporte público en la provincia del Chaco atraviesa uno de sus peores momentos. Así lo aseguró el empresario Facundo Sartore, titular de la firma San Fernando Urbano, quien en diálogo con Radio Sudamericana denunció un total desinterés por parte del Gobierno y alertó que muchas empresas podrían cerrar si no hay soluciones urgentes.
“Estamos contando con un total desinterés por parte del poder concedente. Hay empresas que ya presentaron preventivos de crisis y otras que están a punto de hacerlo”, sostuvo. El empresario explicó que el punto de quiebre se produjo en enero de 2024, cuando el Gobierno nacional eliminó los subsidios al transporte público del interior. “Desde entonces, ni la provincia ni los municipios se hicieron cargo. Acá se siguió la línea del presidente con la guitarrita de que ‘no hay plata’”, lamentó.
Sartore advirtió que actualmente se trabaja con un esquema tarifario desactualizado. “A julio de 2025, seguimos con un estudio de costos que data de diciembre del 2024. Es inviable”, afirmó, y sumó como factor agravante el crecimiento de las aplicaciones de viajes, que restan pasajeros al sistema tradicional.
Frente a los altos costos operativos —combustible, mantenimiento de unidades y salarios—, las empresas debieron reducir la cantidad de colectivos en circulación. Sin embargo, Sartore aclaró que los gastos fijos continúan: “Se le paga lo mismo al chofer que trabajó 25 turnos que al que hizo 10. Es insostenible”.
Respecto a la relación con los trabajadores, Sartore remarcó que “siempre fue buena”, pero reconoció que la situación es crítica. “Nuestros empleados nos preguntan todos los días ‘¿para dónde vamos?’. Y no tenemos respuestas. No podemos pagar el aguinaldo de junio, y si esto sigue así, tampoco el de diciembre”, alertó.
En ese marco, cuestionó al Gobierno por la falta de diálogo: “Hemos enviado notas al ministro, al gobernador, al subsecretario de Transporte… y no hay respuestas. La provincia como poder concedente debería al menos atender el teléfono”.
El empresario también se refirió al caso de Presidencia Roque Sáenz Peña, donde la Municipalidad se hizo cargo del transporte tras el colapso del sistema, pero con apenas cinco minibuses. “No fue una solución. Hoy parte de los subsidios van destinados a ese esquema, y los usuarios siguen teniendo un servicio precario”.
Sartore no ocultó su pesimismo sobre el futuro: “El sistema se está cayendo. No tenemos margen. Y si la provincia no actualiza los costos ni asume su responsabilidad, vamos a tener que cerrar”. Además, expresó su temor de que detrás de esta falta de acción haya una intención de eliminar el transporte público de pasajeros.
Finalmente, fue claro sobre lo que espera como empresario: “Solo pedimos que se respete el contrato. La provincia firmó que garantizaría la viabilidad económica del servicio. Hoy no lo cumple. Y si no cambia, esto no termina en otra cosa que en la quiebra de muchas empresas”.
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